viernes, 18 de mayo de 2012

Madrid

Estos días pasados estuve por los Madriles y, como es tópico, el domingo pasé por el Rastro. Hacía calor, buena excusa para refrescarse por dentro y, de paso, tomar algo sólido.

En la esquina de la calle del Carnero con la principal, está el Toma Que Toma, las cañas son a 1,50 € y las tapas a 3,50 €; teniendo en cuenta el día, el lugar y sobre todo que tienen buen tamaño y van bien rellenas el precio está bien; si el pan estuviera tostado sería lo más.





El Capricho Extremeño es un clásico, recuerdo haber estado hace algún tiempo y las tostadas han encogido a la mitad y, aunque están bien elaboradas, de algunas no hay miedo de que los ingredientes se salgan por los bordes. La atención mejoraría si la hija del dueño tuviera consideración con los oídos de los clientes y bajara decibelios de su voz invitándolos a entrar –aunque esté en el Rastro, es un local cerrado, pese a la puerta abierta- y si la otra dependienta-camarera no “echara” de comer, particularmente, prefiero que me den la comida, no que la lancen en el mostrador con cara de acreedor. Todo esto, con tres tostadas, 1 sangría y 2 latas de Mahou, por un total de 12,00 €. No sé si tardar en volver, por si reducen más el tamaño de las tostas; creo que hay gente que ya se ha dado cuenta, la cola de espera ya no es tan larga como recordaba.




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